Conservar abrigos y pieles con frío, por ejemplo en una cámara frigorífica portátil, tiene unas importantes ventajas a tener en cuenta.
Con el frío constante las pieles “no envejecen”. Las grasas naturales del cuero, imprescindibles para el mantenimiento de color, brillo, flexibilidad y duración, no se resecan. De este modo se obtiene un aumento de duración, belleza y la notable reducción de gastos de mantenimiento a través de los años de prendas y piezas de cuero.
Es por ello que en una de nuestras cámaras frigoríficas portátiles las prendas de piel siempre estarán entre +2º C y +4º C. A esta temperatura no puede existir la polilla siendo este otro de sus puntos fuertes.
Es recomendable, eso sí, que los abrigos y piezas de cuero se limpien con máquinas especiales antes de entrar y al salir de la cámara frigorífica.
Las piezas no cogen polvo dentro de la cámaras frigoríficas portátiles, que cierran herméticamente.
Otra ventaja es que una cámara frigorífica portátil permite disponer de soluciones de frío sin grandes costes en lugares de distribución, almacenaje y sin problemas de localización.
