Solemos pensar que el reefer solo se usa en verano para mantener la temperatura, pero todo lo contrario, las cámaras frigoríficas portátiles ayudan a hacer frente a una serie de problemáticas de las bajas temperaturas del invierno.
Los contenedores frigoríficos mantienen una temperatura estable en su interior a la vez que controlan la humedad relativa del aire y proporcionan un flujo de aire adecuado. Su función de control de clima evita que los productos se echen a perder, algo que puede ocurrir por exceso de calor, humedad relativa del aire, flujo de aire insuficiente o temperaturas demasiado altas o bajas.
Por estas características y otras, las cámaras frigoríficas portátiles son un valioso recurso a la hora de afrontar problemas inesperados o que acompañan al invierno. En este artículo hacemos un repaso de sus usos y beneficios, y os contamos algunas situaciones en que el reefer puede ser vuestro mejor aliado en esta época del año.
¿Qué contenido vas a transportar?
La cadena de frío consta de varios pasos para llevar los suministros desde su origen hasta su destino, mientras se mantienen frescos los productos perecederos, congelados o sensibles a la temperatura, como la carne, los medicamentos, las flores, entre otros.
Los contenedores refrigerados son una parte vital de esta cadena y ofrecen una solución que generalmente proporciona rangos de temperatura de -40 ° C a + 30 ° C. Sin estos reefers, los envíos nacionales e internacionales de productos sensibles a la temperatura serían imposibles.
Además, tal como hemos señalado más arriba los reefers cuentan también con funciones como el movimiento de aire fresco o el control de la humedad, evitando el deterioro prematuro de los productos, algo necesario en el transporte y almacenamiento de alimentos como las frutas o los químicos.
Evita que las cargas se congelen
Con las bajas temperaturas del invierno, la demanda de cámaras frigoríficas portátiles aumenta, sobre todo en países de bajas temperaturas como Estados Unidos, donde de noviembre a mayo la demanda de reefers llega a aumentar un 13%.
¿La razón? Evitar que las cargas se congelen, ya que el clima frío del invierno afecta en gran medida los transportes y al almacenaje.
De esta forma, los reefers son una protección contra las heladas que podrían estropear la carga interior, puesto que estos mantienen la temperatura y la humedad estable dentro del contenedor.
De hecho, la maquinaria de los contenedores refrigerados también tiene bomba de calor, por lo que pueden llegar a mantener temperaturas estables de hasta +30 ºC.
Algunos artículos susceptibles de congelarse en invierno son productos secos como el café y la harina, productos químicos, pinturas, pegamentos, líquidos, vino, alcohol, alimentos perecederos y baterías, los cuales necesitan mantener una temperatura por encima del punto de congelación durante el tránsito o almacenamiento y por ello deben estar especialmente protegidos.
Laboratorios y farmacéuticas
El uso de reefers para almacenar y/o transportar medicamentos o productos químicos es esencial para asegurar su buena conservación durante todo el año.
Las cámaras frigoríficas portátiles son grandes aliadas cuando se tienen que guardar productos que precisan ser almacenados solos y/o en condiciones de mínima contaminación, puesto que pueden alterar o ser alterados por la presencia de elementos volátiles.
Además, los laboratorios están obligados a guardar una muestra de cada lote de medicamentos que fabrican para poder hacer analíticas si en algún momento hay un problema con un determinado lote.
En este caso, los reefers cumplen todas las características necesarias para ser el almacén perfecto y evitan sacrificar espacio de las cámaras frigoríficas estándares de gran volumen que emplean los laboratorios para su producción habitual.
Picking navideño
Cuando se aproxima la Navidad, muchas empresas empiezan a planificar su logística para hacer frente al gran aumento de ventas y muchas de ellas se sirven de empresas de picking como apoyo extra. Sin embargo, estas empresas acostumbran a tener precios elevados.
Por ello, es necesario habilitar el almacén para lograr un servicio logístico eficiente en una época del año en la que el consumo se multiplica y las entregas se hacen más inmediatas.
Si eres una empresa con productos que necesitan mantener una temperatura constante, pero en tu almacén no queda espacio, puedes alquilar una o varias cámaras frigoríficas portátiles como solución móvil y económica.
En este caso, los contenedores marítimos también pueden ser una buena opción para aumentar el almacenaje de tu empresa si los productos no son sensibles a las temperaturas (juguetes, accesorios, decoración del hogar…).
Con estas dos soluciones, se consigue más espacio de almacenamiento para esta situación puntual en una estructura móvil, de forma rentable y con menos costes de transporte.
Cosmética y productos de base oleosa
Acostumbramos a pensar que los productos cosméticos pueden estropearse solo por las altas temperaturas, pero la verdad es que las bajas temperaturas no sólo pueden acabar con sus características, también puede estropear el producto.
En ocasiones, esto se reconoce fácilmente porque la mercancía se cristaliza, muestra un aspecto poco atractivo o un deterioro visible. Sin embargo, la pérdida de la estabilidad en la conservación no siempre es identificable, tal y como ocurre en los artículos cosméticos como cremas, mascarillas o ampollas.
Utilizar un contenedor refrigerado para evitar esta situación puede ser una solución muy efectiva y económica, tanto en su transporte como en su almacenaje.
Plantas y flores
Una buena refrigeración es indispensable para que las plantas duren más tiempo. Sin embargo, las bajas temperaturas del invierno también pueden acabar con las plantas y flores.
La industria de las flores, conocida también como horticultura, puede beneficiarse gratamente de los beneficios que le proporcionan las cámaras frigoríficas portátiles también en invierno.
Estos sistemas se diseñan para conservar la temperatura y la humedad a un nivel apropiado, de este modo las flores y plantas no se congelan y mantienen sus características.
Bebidas, refrescos y vino
Como la comida, las bebidas también pierden sus propiedades si no se conservan correctamente. En el caso de la cerveza, los refrescos o el vino, entre otros, llegar al punto de congelación tiene distintas consecuencias.
Proteger las bebidas de las bajas temperaturas dentro de un reefer puede ser la solución para evitar los siguientes problemas:
- Cuando la cerveza se congela ya no puede recuperar sus características. Una vez se descongela el agua no se mezcla de forma pareja con los otros ingredientes, resultando una bebida mucho más aguada. Además, la mayor parte de la efervescencia se disipa en el proceso, dejando la cerveza sin gas.
- Congelar el vino hace que la bebida pierda propiedades, sobre todo cuando es un tinto de elaboración larga.
- Cuando un refresco se congela no solo pierde parte de su efervescencia, también se expande y empuja el dióxido de carbono hacia afuera, ya que es mucho menos soluble en sólidos que en líquidos. Esto puede hacer que las latas o botellas se deformen e incluso que exploten.
- Al congelarse, el cava se desequilibra organolépticamente, por tanto pierde sus propiedades y características. Además, al congelarse, se dilata, ocupa más espacio y si no hay suficiente cámara de aire, el hielo crece y la botella puede estallar.
En ZARCA podemos ofrecerte unos precios muy competitivos en la venta y alquiler de cámaras frigoríficas portátiles. Contacta con nosotros si estás interesado.
